La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más ampliamente disfrutadas en todo el mundo.

Ha sido objeto de numerosas investigaciones que sugieren algunos beneficios para la salud, como una mayor densidad ósea, mejores niveles de lípidos, entre otros. Estos hallazgos han despertado el interés en torno a su consumo regular.
No obstante, los estudios también han revelado que el consumo diario y excesivo de alcohol, incluida la cerveza, puede tener repercusiones negativas en la salud.
La cuestión fundamental que surge es si los beneficios identificados superan los riesgos asociados con el consumo diario de cerveza.
Independientemente de cual sea el beneficio o riesgo, diversos especialistas sugieren consumir cerveza con moderación y responsabilidad.
Aunque el acto en sí no te etiqueta automáticamente como alcohólico, podría ser una señal de problemas subyacentes.
Los dietistas profesionales dicen que existen algunas formas generales en las que el consumo diario de cerveza puede afectar la salud.
A continuación, se enumeran las cosas más comunes que podría pasar a tu cuerpo si bebes cerveza todos los días.
Índice de contenidos
Los 5 efectos secundarios posibles por tomar cerveza a diario
1. Podría hacerte sentir deprimido

La dietista Alex D’Elia nos advierte sobre el lado oscuro del alcohol. Aunque al principio pueda brindar relajación, el alcohol es un depresivo y sedante que podría afectar tu bienestar emocional a largo plazo.
Cambios en los niveles de GABA y serotonina pueden desencadenar ansiedad o depresión.
La doctora Yelena Wheeler subraya la importancia de no depender de la cerveza para enfrentar el estrés; buscar salidas saludables es fundamental.
2. Puede provocar barriga cervecera

¿Sabías que una pinta de cerveza puede sumar aproximadamente 150 calorías?
La acumulación de calorías del alcohol, combinada con la tendencia a beber más de una botella, puede llevar a la temida barriga cervecera. Esto principalmente si se bebe cerveza todo los días.
De ahí que muchos deducen y concluyen del porque la barriga crece, incluso con las cervezas sin alcohol.
Con calorías que se acumulan directamente en la sección media, ¡cuidado con la trampa calórica de la cerveza!
3. Podría mantenerte despierto por la noche

Aunque una cerveza puede parecer un buen inductor del sueño, los dietistas D’Elia y Wheeler señalan que puede ser un obstáculo para una buena noche de descanso.
La interferencia del alcohol con la melatonina, hormona clave en el ciclo del sueño, puede afectar negativamente el sueño REM y reducir la calidad del descanso.
El resultado: mañanas difíciles y estados de ánimo decaídos.
4. Puede provocar alguna deficiencia de vitaminas

El consumo regular de cerveza aumenta la demanda de ciertas vitaminas y minerales en el cuerpo.
La dietista D’Elia advierte sobre la posibilidad de deficiencias a largo plazo, ya que el cuerpo trabaja arduamente para absorber y satisfacer estas necesidades adicionales.
Las vitaminas del grupo B, esenciales para metabolizar el alcohol, podrían escasear, alterando así el equilibrio interno.
5. Tus riñones pueden sufrir alteraciones

Beber cerveza con alto contenido alcohólico puede poner en peligro la salud renal.
La cerveza, con sus propiedades diuréticas, ejerce presión adicional sobre los riñones, aumentando el riesgo de hipertensión y enfermedad renal.
La deshidratación y la alteración del equilibrio electrolítico podrían traducirse a largo plazo en problemas renales graves.